Porque se acerca el día en que callas,
y haces como si nos nos conciéramos,
como si todo lo compartido se lo hubiera llevado el viento
y de un plumazo ya no existiésemos
y aún te quedan ganas de seguir ahí en pie, como si no pasase nada
como si las cenizas de tu ser ya no fuesen capad de hablar, no sólamente al viento que pronuncia tu nombre
siquiera a mi, que tanto
te amé, y aún te amo.