Echo de menos el mar, mi mar, y ese cantar de olas, y también a los niños haciendo castillos en la orilla, y además la brisa marinera esa.
Luego vendrá el viento a llevarse, todo absolutamente todos mis sueños. Lo sé.
Da igual, construiré otros, igual que aquellos niños, en las orillas de mi amado mar.
Hola Amapola, buenas tardes,
ResponderEliminaryo también extraño al mar, ese mar,
pero la diferencia es que nunca fue mío,
y tal vez aquellos castillos como los sueños, tampoco lo fueron =(
Te mando un beso y un abrazo gigante
buen fin de semana